3/5/11

El mejor final

Tus pies me llevan a donde vayas, tus muslos son dos lugares de peregrinación. Tu ombligo es el profundo pozo de mi olvido y tu piel el paraíso de mis manos. Tus pechos son el fuego por duplicado, tus manos mi perdición. Tus pecas, mi pasatiempo favorito, tu mente, mi crucigrama sin terminar. Tus orejas todavía andan buscando donde esconderse. Creo que tus labios sólo son fruto de mi imaginación,  pero tu lengua acelera el ritmo de mi corazón. Tu cuello es el camino de la libertad, tus ojos el mejor espejo para ver el mundo. Tu cama es la cárcel de mis sueños. Y tu sonrisa siempre el mejor final.

30/3/11

9/2/11

Corpúsculo


“Bella tendrá que elegir entre la necrofilia o la zoofilia” algún locutor anunciando la película
Crepúsculo es una parodia de la buena literatura sobre vampiros, lleno de personajes supuestamente guapos en la que se cuenta la historia de una joven (como prototipo de fan de crepúsculo, es decir: adolescente, quejica, enamoradiza, con tendencias suicidas, sin muchas luces) que va al instituto y se obsesiona por un muerto.

La saga consta de varias partes (no lo sé exactamente porque la verdad es que no me importa) en las que se producen innumerables injurias a la imagen de los vampiros del mismo modo y en igual proporción, que se dan malísimos ejemplos a la juventud:

1. La protagonista es una chica débil, llorona, quejica, sensiblera y deprimida. Es decir, la chica a la que todos quisiéramos tener como amiga, hija, novia o hermana.
2. Promueve el matrimonio entre adolescentes.
3. Promueve los embarazos entre adolescentes.
4. Promueve relaciones sentimentales con parejas abusivas y controladoras.
5. Promueve no ir a la universidad y abandonar los estudios para irse con el novio.
6. Promueve aislarse de la familia y los amigos por culpa del novio.

Como yo no me he leído los libros y he visto las dos primeras películas por error, no puedo hacer un gran análisis (sub)objetivo de la historia. Sin embargo, casi copiando, porque hay que moderarlo un poco, os transcribo un pequeño resumen que viene en la Frikipedia:

La primera mitad de primer libro cuenta lo hermoso que es Edward. Y en el resto de la saga también. Párrafo tras párrafo se nos relata como una joven llamada Bella se pasa los días persiguiendo y babeando por un vampiro llamado Eduardo, el cual es virgen, anoréxico de 100 años y con cara de yonki enfermo, mientras él huye confundido por sentirse un monstruo que jamás podrá ser un chico normal y por la firme atracción que siente por Bella, la única persona a quien no puede leer el pensamiento (curiosa cualidad de los vampiros que desconocía). Lo que sigue en el libro es pura paja mental totalmente intrascendente y alguno que otro conflicto entre Edward y el hombre-perro llamado Jacobo, quien también está enamorado de Bella, pero da igual porque al final Edward y Bella, como no podía ser de otra forma, terminan felices para siempre (¿os lo he arruinado? no sufráis, no os perdéis nada de valor) después de mucha tortura psicológica porque el buen vampiro de Ed no quería mantener ningún tipo de relación extramatrimonial con Bella hasta que ésta fuera mayor de edad mientras que ella se moría de ganas por tirárselo de una putísima vez (locura que ocurre al final del último libro). Sin embargo, cuando finalmente lo hacen, al anticuado de Ed se olvidó de usar preservativo, así que deja a Bella con una cría a la que llaman Nessie (como el monstruo del lago) y que asombrosamente no sufre ningún síndrome o trastorno por ser mitad gillipollas mitad humana y mitad vampiro. Finalmente los tres viven felices hasta que llega Blade y los mata a todos.

Descripción de los personajes principales:

Bella Swan: es una chica que se va a vivir a otro pueblo en el que siempre está lloviendo y que de inmediato es acosada por un vampiro guapo por el cual pierde las bragas, literalmente. Lo más resaltante de ella es que carece de personalidad alguna, es el personaje más despreciable, de carácter débil, llorona y aburrida, además de estúpida y con serios problemas cognitivos, sin mencionar que se pasa todo el día pensando en Edward, aunque también ocupa otro porcentaje del día en pensar qué estará haciendo Edward. Tiene menos cerebro que un cacahuate y por este motivo es el personaje que menos aporta de cualquier historia de ficción que hayas leído o visto antes.

Edward Cullen: Es el vampiro-abuelo-acosador sexual que siempre está vigilando a Bella porque es aterradoramente sobreprotector y posesivo (ejemplo - la mira mientras duerme todo el tiempo) pero es perdonado por las fans que consideran sus acciones como "verdadero amor". No sólo es la vergüenza de los nosferatu, sino que además, en vez de derretirse con el sol, morirse, achicharrarse, explotar o reducirse a cenizas, este empieza a brillar como una bola de discoteca.

Jacob.: Es un hombre lobo, que escucha RaGeAtOnG para perrear mejor. Se le va un poco la pinza y se quita la camisa siempre que puede. No es un licántropo ni mucho menos, pues no mira a la luna para transformarse.

Según la trama (aunque es un drama pensar que eso a eso se le llama trama) Edward y su familia son vampiros. Sin embargo eso es totalmente falso pues:

Los vampiros son espectros imaginarios de vida nocturna que se sustentan de sangre humana, que no están vivos pero una vez lo estuvieron. Son bebedores se sangre que carecen de vida, es decir, no comen, no respiran y sus corazones sólo laten cuando se alimentan de sangre, … (esto significa que no pueden tener relaciones sexuales). El mito a cambiado y moldeado la imagen de los vampiros a la de las personas pues aunque antes eran monstruos, la fascinación de los humanos por ellos los convirtió en seres elegantes y hermosos. Además les aportamos ciertos poderes sobrenaturales que dependen de la mitología en la que se basen, así algunos vampiros no tienen la capacidad de reflejarse en los espejos y otros no proyectan sombras. Por lo general todos temen la luz pues son seres de la sombra y no brillan cuando se exponen a ella sino que mueren. Por otro lado, la capacidad de ver el futuro, de correr a velocidades ultrasónicas, de leer el pensamiento, e innumerables mentiras más que son adosadas a la cara de un adolescente americano paliducho y supuestamente guapo, hacen que Drácula se revuelva en la tumba, pues la leyenda del ser superior, del ángel de la oscuridad, del ser temido y a la vez admirado por su naturaleza, se ha adaptado a una generación de jóvenes que se mueren por tener pareja y vivir una relación de amor tan apasionado como sólo un muerto y una tonta podrían tener.

22/1/11

Arrepentirse

Tenía ganas de actualizar pero no sabía muy bien con qué porque los exámenes se llevan gran parte de mi creatividad.


Así, pensando en exámenes me vino a la memoria aquella asignatura que jamás en la vida aprobaré. No porque sea difícil, aunque lo sea, sino más bien por cierto incidente ocurrido entre mí y la profesora de dicha asignatura, que a pesar de lo que pueda parecer, respeto muchísimo.

Os sitúo: todo ocurrió la tarde anterior al examen de febrero de esta materia. Yo, que no había estudiado mucho me fui a la biblioteca de la universidad con otros compañeros para que sus dudas y desesperación me agobiaran un poco más. También hay que mencionar que yo me había bebido un par de cervezas, y teniendo en cuenta mi estatura y mi peso eso es algo que me afecta mucho.

Bueno, todo fue una enorme mala combinación. Por un lado estaba yo, un poco borracha, sin haber estudiado y bastante agobiada. Tenía a mi lado a un amigo computerizado que iba a lo suyo y a otra chica, muy formal y sensata que se devanaba los sesos intentando memorizar los puñeteros apuntes de la asignatura. Y he ahí la clave de la cuestión.

Los dichosos apuntes fueron expresamente realizados y subidos a la web de la asignatura por la profesora que tanto respeto, a pesar de todo. Eran un amasijo de palabras inconexas, algunas mal escritas y otras inventadas que hacían referencia al estudio de la política social y su evolución. Que si derechos, legislaciones, historia de los tratados, cálculo de los escaños. Una asignatura claramente aburrida, pero la pobre profesora no tenía la culpa de eso. Sin embargo, con unos apuntes más elaborados quizá su estudio hubiere sido más ameno. Porque la única presente aquella tarde en la biblioteca que estaba estudiando seriamente, en un momento determinado de su penitencia alzó la cabeza, dirigió su mirada a nosotros y con cara de póker nos dijo que esos apuntes estaban mal. Había palabras mal escritas y otras inventadas que se repetían una y otra vez y que hacían que uno se enterase muchísimo menos de qué puñetas iba la asignatura.

Así que mi amigo y yo trazamos un plan. Escribirle un correo a nuestra estimada profesora pidiéndole que nos sacara de dudas.

El alcohol y el amagamiento inducido por los exámenes me llevaron a la desdichada decisión de darle al botón de “Enviar”. Cualquier persona en su sano juicio no lo habría hecho de tener la intención de aprobar esa asignatura. Pero yo, como soy lo peor, lo hice.

Dos años después sigo estudiando para aprobar la asignatura. Dos años después la profesora sigue esperando una disculpa.

Dejo aquí el contenido integro del correo:

Fecha: Tue, 10 Feb 2009 17:12:53
Asunto: Duda lingüística

¡Holaaaaaaaaaaa!
Tengo una pequeña duda lingüística en el tema 4. Cito:
- "INELIGIBILIDAD: trata de los que aspiran a ser elegidos."
- Requisitos, 4.- LA CONDENA PENAL: "algunos delitos conllevan como pena accesoria la
INEGIBILIDAD[...]"
- "Capítulo II - Derecho de sufragio pasivo, artículo 6 - LOREG - 1.- Son elegibles los españoles mayores de edad, que poseyendo la cualidad de elector, no se encuentren incursos en alguna de las siguientes causas de INELEGIBILIDAD: [...]"

La duda es... ¿cuál de los términos es el correcto? ¿"Ineligibilidad", "inegibilidad" o "inelegibilidad"?
Gracias por tu respuesta y por tus ineligibilidadosos apuntes ¬¬'

Ilige tú (como en el tipo test):
a) ¡Un abrazo inigelible!
b) ¡Un beso ingelibible!
c) ¡Un saludo inteligible!
d) Todas las anteriores son correctas

<º))))><
B======D

28/12/10

Personificar

Desde hace no mucho tiempo le pongo nombre a todo. A todo. Pensé que, ¿porqué mi guitarra, mi ordenador o mis muñecos eran los únicos con derecho a tener nombre? No son más humanos que mi lámpara, o mi espejo. No los aprecio más que mi silla o mi almohada. ¿Qué sería de mí sin ellas? Tampoco es que los adore y quiera personificarlos. No estoy loca. Pero eso no quiere decir que no los aprecie. Sé ver su valor. No su valor económico, si no el valor que deriva de su uso. Sin mis gafas no vería. Sin mi reloj las pasaría putas para saber la hora porque nunca sé donde dejo a Jack, mi móvil.

No les pongo nombres para no sentirme sola. Porque para empezar no lo estoy. Pero ponerles nombre es como darles más importancia. Y no lloro y echo de menos cuando se me acaba algo. Calimero, por ejemplo, mi pasta de dientes murió, por decirlo “humanamente”. Y sus descendientes también. Actualmente me acompaña Calimero Tercero. Ni Eusebio, mi cepillo de dientes, ni yo, echamos de menos a los otros. Pero valoramos a este.

He dicho que no estoy loca. Pero la verdad, lo parezco. Porque cuando estoy en el salón con mis padres y les digo, “me voy a la Luna” se quedan extrañados y ciertamente preocupados hasta que caen en la cuenta de que llamo Luna a mi habitación. Supongo que cuando caen en la cuenta siguen quedándose extrañados y ciertamente preocupados.

Humanizar muchas veces significa deshumanizar. Lo nuestro es más nuestro cuando le ponemos nombre. Por ejemplo, pensemos en Gato. El gato de Holly Golightly. Ella no quería ponerle otro nombre más que lo que es. Y eso creo que está bien para que la cosa en sí no pierda su identidad. Algunas cosas por tanto las llamo lo que son. Pero como si ese fuera su nombre. Mi marioneta se llama Marioneta. Porque es una palabra muy bonita. Mi lámpara se llama Pimientos. Porque la verdad es que lo parece. Mi cama Gramola. No es un nombre como tal, pero no es lo que es, así que lo considero un nombre. Mi guitarra es Ginebra. Mi ordenador es Colette. Bueno, todo tiene nombre.

A veces se me olvidan. Pienso que además de una tontería como una casa esto de ponerle nombre a todo es bueno para la memoria. Porque la estimula y tal. También me sirve para sentirme un poco idiota cuando me quedo pensando y me desespero porque no me acuerdo del nombre de una libreta. Como si no tuviera cosas más importantes en las que perder el tiempo.

En fin, cada uno es como es.

23/11/10

Hipocresía


Señoras y señores del jurado, tengo un cuento que contarles. Bueno, para ser sincera yo no soy la que lo cuenta, sólo soy un personaje. Se trata del cuento más famoso de la historia. En él, existe un cielo, con sus ángeles y sus Santos; y un infierno, con los malos y demonios. En el medio tirando al cielo, se sitúa un señor que vive, a pesar de parecer una momia andante, que lo que dice va a misa. En ese cuento están los clérigos, que son los que mandan, los crédulos, los golfos y los floreros. Ahí estoy yo. Soy un florero porque soy mujer. Me corresponde así, la tarea de procrear, cuidar de los hijos, y si es posible, no pensar. Además soy bastante indeseable porque soy atea y homosexual.

Entre los cuentos más vendidos de la historia están Harry Potter y La Biblia. Si tenemos en cuenta que la vida del señor Potter se narra en siete volúmenes no cabe más remedio que aplaudir el mérito de la Biblia al ser el más vendido. Pero bueno, es cierto que la Biblia lleva más tiempo dando el coñazo. Aunque también es loable el que siga siendo un superventas a pesar de eso.

Así pues, el cuento del que les hablo es el narrado en las Sagradas Escrituras. A pesar de que una servidora no la ha leído, (y no tiene ninguna gana de hacerlo), piensa, que el libro es lo que en el cine llamaríamos una comedia romántica. Sí, porque trata del amor entre un algo invisible y omnipresente y el resto del mundo al cual le predica sus principios de moralidad. Y es cómico por sus grandes contradicciones. Estas contradicciones no sólo se hallan en el propio libro sino en el también en el cuento parafernálico en el que vivimos nosotros. Por ejemplo:

El Santo Padre, como representante de Dios en la tierra, defiende cualquier forma de vida. Hasta ahí es muy bonito, pero en un alarde de coherencia, se opone con el celibato de los suyos, a la perpetuación de la especie. En verdad, habríamos de celebrar todos esta decisión pues así es posible que no se generen más ejemplares como ellos. Pero analizando la coherencia de esta norma nos damos cuenta de que no la tiene pues, no se puede defender la vida evitando que ésta se produzca. Quizás piensen que todos los embarazos deberían producirse como los de la Virgen María, es decir, sin relaciones sexuales, pero claro, la única forma para esto es la inseminación artificial a la cual también se oponen por ser ciencia.

Recientemente me sorprendió saber de las medidas de seguridad con las que vive el Papa. No solo con el coche-urna que lo pasea por las calles si no también cuando viaja en avión. Suele ser escoltado ejército de aquel país que visita. Además de tener un ejército propio, ya que es un jefe de Estado. Pero pensemos. ¿Por qué tanta protección? ¿Si muere no será porque Dios lo ha querido así? ¿Como Santo Padre no se siente divinamente protegido?

Otra paradoja es por qué la Iglesia, con lo rica que es, y con todo lo que prediga sobre compartir y sobre la compasión y con todo lo que le importa la vida de las personas, no hacen algo para tratar de erradicar la pobreza de África. Habremos de pensar que directamente no le interesa pues se alimenta de la miseria y desesperación de los más necesitados, prometiéndoles una vida mejor después de ésta. Nadie tiene una visión empresarial mejor que la de Dios. Aunque también puede que sea por el SIDA. Esa enfermedad tan patente en el continente subdesarrollado. Esa enfermedad que mata “justamente”. Claro, porque según su Santidad "jugar con la naturaleza del amor conduce a catástrofes así". Por eso en África mueren a diario niños "ajusticiados". Pero del preservativo ni hablar.

Quién sabe, es posible que algún día la Iglesia decida emplear el inmenso poder que tiene para ayudar a las personas y no para utilizarlas en su beneficio.

Nuestra sociedad actual, aunque presenta una modesta práctica religiosa real, permanece fuertemente influida por los dogmas que, lo queramos o no, mediatiza nuestra forma de pensar y, desde los centros de influencia controlados por la Iglesia, pretende imponernos a creyentes y no creyentes una determinada forma de vivir. Así, de vuelta al cuento más vendido de la historia comentaré algunas contrariedades que se manifiestan entre el escrito y la doctrina católica.

En la Biblia, entre otras muchas cosas, se muestra, de modo claro e irrefutable, que: Dios no cree en la supervivencia postmortem de los humanos, ni tampoco en el infierno. Los Diez mandamientos originales no son los mismos que afirma la Iglesia. El culto a las imágenes está absolutamente prohibido y se las califica de “espantajos de melonar”. Los apóstoles no creyeron en la “Inmaculada Concepción” de María (un dogma que no fue impuesto hasta 1854), ni en la personalidad divina de Jesús (decretada en el año 325). María, la madre de Jesús, tuvo como mínimo siete hijos. Jesús fue un judío, fiel cumplidor de la Ley hebrea, que jamás instituyó -ni quiso hacerlo- ninguna nueva religión ni Iglesia. Jesús nunca fue cristiano ni, menos aún, católico. Jesús predicó que el “fin de los tiempos” era inminente, pero se equivocó (gracias a Diios). Jesús prohibió explícitamente el sacerdocio profesional. Jesús elevó a la mujer al rango de igualdad con el hombre y la hizo protagonista de algunos de los pasajes más fundamentales de su vida. Jesús mismo negó toda posibilidad de que pudiera volver al mundo tras su muerte (siendo imposible, por tanto, su presencia “real y verdadera” en el “sacrificio de la misa”). La figura del Papa es contraria a lo que predicó Jesús y Pedro jamás fue obispo de Roma. San Pablo afirmó que “Dios no habita en templos hechos por la mano del hombre”. El contenido y fecha de celebración de fiestas como la Pascua de resurrección, Navidad o Reyes es una evidente apropiación de celebraciones paganas anteriores que tenían el mismo significado.

La iglesia católica presenta una imagen ambigua en su forma de actuar. Por un lado se consideran espirituales y sociales, utilizando las palabras de amor, igualdad, hermandad y bondad. Mientras que por el otro lado están unidos a los opresores del pueblo, a los gobiernos que restringen la libertad, ya que podrían abrir las puertas al público de su biblioteca privada para que la gente pueda leer los libros que tienen escondidos desde hace siglos. Podrían aceptar que el preservativo es preferible al SIDA, que la mujer no está hecha sólo para procrear, atender al hombre, y cuidar de la casa. Podrían dejar de bendecir coches-urnas, de criticar la libertad de las personas a la hora de elegir a su pareja, podrían recocer el beneficio de la ciencia, podrían participar activamente en la lucha para erradicar el hambre y la pobreza en el mundo. Pero no lo hacen.

12/11/10

Vamos a contar mentiras


Sin mentiras la humanidad moriría de desesperación y aburrimiento. Anatole France

“Increíble, pero falso” es una comedia romántica con un toque especial, una película de ficción real como la vida misma. El film describe la verdad, tan cruel como sólo ella puede ser, de un mundo sin mentiras.

La película: Se desarrolla en una realidad alternativa, en la nadie puede mentir, en la que nadie sabe qué es mentir. Por eso empieza de cine: el mundo de la sinceridad es tan cruel como divertido. Sólo hay que ver la escena de la primera cita de los protagonistas, (es para no parar de reírse), o la del anuncio de coca-cola, (otra que tal). En un mundo donde no se puede mentir nos reímos de lo cruel que puede llegar a ser la vida. Y eso se muestra en la película. Sin embargo si es cierto que cuando llega el listo que inventa la mentira, las cosas se vuelven más aburridas. Es interesante ver cómo alguien puede manejar al resto de la humanidad a su antojo, cambiar el pasado, cambiar las creencias, sembrar el terror, hacer lo que quiera con la gente, porque al fin y al cabo, él único que puede decir lo que no piensa es como un Dios. Pero a la mentira ya estamos demasiado acostumbrados y por eso, al menos en mi opinión, es resto del film, no es tan “bueno”.

La idea: Es muy buena y profunda. Por un lado todos sabemos que mentir no está bien, que a nadie le gusta que le mientan, etc. Pero la capacidad de engañar, inventar, y mentir es innata a las personas, y este mundo no se sostendría si nadie fuera capaz de mentir. ¿La publicidad existiría? ¿Algún político llegaría a Presidente? ¿Habría alguna religión? Y así muchas más preguntas, algunas tan crueles, que no quiero escribir. Porque todos tenemos una opinión que nos podemos abstener de contar. Así, si alguien te cae mal, puedes evitar decírselo, porque en el fondo eres buena persona y no quieres hacerle daño, (aunque te caiga mal). Así pues, la mentira, eso que está tan mal visto, puede ser buena y mucho. Las mentiras sostienen creencias religiosas, de tal forma que crean en la psique de los fieles un atisbo de esperanza que les ayuda a sobrellevar su miedo a la muerte. Las mentiras ocultan, maquillan o disimulan las verdades, haciéndonos a todos más buenos e interesantes. En un mundo sin mentiras no existirían los abogados, los investigadores, la ficción, los videntes, los actores, los políticos, etc. Sería un mundo cruel y aburrido.

6/11/10

Nueva ortografía


El idioma es como un organismo vivo que nace, se adapta evolucionando y, a veces, finalmente muere.

Cada uno, por sus influencias cambia de una forma, y quitar esas señas de identidad en pos de un entendimiento más universal es una soberbia tontería. Si el idioma es hoy día así es porque debe ser así. Si “sólo” y “solo” se escriben diferente es por algo. No significan lo mismo. Si “éste”, “ésta”, y todo eso se acentúa es por algo. Al igual que guión y todos esos monosílabos con diptongos. ¿Cómo nos vamos a entender mejor si tenemos menos formas de escribir las cosas, y pueden significar, al mismo tiempo, más?

Desde que en 1726 la RAE separó los usos de la “i” del de la “y”, ésta (dentro de poco estará mal escrito) fue conocida como i griega. Sin embargo, para que nos entendamos mejor, se llamará “ye”. Pero a ver, ¿cambiar el nombre de una letra va a ayudarnos a entendernos mejor hablando el español? Parece ser que sí, porque se unifica el nombre de todas. Ya no habrá quien pueda decir sin errar “be alta o be baja”. Como si antes no lo entendiéramos. Además, la “ch” y la “ll” consideradas letras desde el siglo XIX dejarán de serlo para ser sólo dígrafos. Pasaremos de 29 a 27. La “q”, en mi opinión una letra preciosa, dejará de usarse en aquellas palabras donde tenga el sonido /k/, (por ejemplo Irak o Catar (antes Qatar)).

- Quiero un café. Para mí solo. – ¿Que quiere un café solo, que quiere un café para él solo, o que sólo quiere un café? La tilde que diferenciaba la soledad de la actividad desaparece. Y es triste que una palabra tan solitaria como sólo se quede solo en letras. También es triste que un signo ortográfico, como guión, pierda otro signo ortográfico.

Pero no todos los cambios son malos. Hay veces en las que lo que desaparece es lo que no se usa. Lo inútil se desecha. Así como el caso de las mayúsculas antes de los nombres de calles y avenidas, ríos y etc. O como el guión entre ex o anti. Ex-novia, será exnovia. Porque así es más moderno. Anti-convencional será anticonvencional, porque así es más pro. Tampoco llevarán tilde los tiempos verbales riais, veais. Hasta ahora se podía escribir guion-guión, hui-huí, riais-riáis, Sion-Sión, truhan-truhán, fie-fié... La nueva Ortografía considera que en estas palabras son "monosílabas a efectos ortográficos" y que, cualquiera sea su forma de pronunciarlas, se escriban siempre sin tilde.

Parece que los más perjudicados serán los guiones y las tildes, que no acentos, no es lo mismo. Desaparece la tilde de la o cuando ésta va entre números. 2o3. Ahí pone dos o tres. No doscientos tres. Supongo que después de modificar y estandarizar la ortografía deberán hacer lo mismo con las grafías para que no haya confusiones tan desorbitadas, porque de dos o tres a doscientos tres va mucho.

Los CD y DVD serán así. Tanto en singular como el plural. No serán los CDs. Sino los CD. ¿Porqué añadir a unas siglas de origen anglosajón un indicio de castellanización?

Las 22 academias de la lengua hispana se han puesto de acuerdo para estos cambios que prometen huir de los tecnicismos haciendo su contenido asequible a los 500 millones de hispanohablantes. Así, la nueva 'Ortografía de la lengua española', que está dirigida «al gran público», se presentará en nuestro país entre los días 10 y 13 diciembre.

18/10/10

Inimaginable

(In – que niega, lo contrario. Imaginable – capacidad de algo para ser imaginado).


Por cómo se forma esa palabra, no puede tener un significado real. No puede existir algo inimaginable porque por definición, ni siquiera podemos imaginarlo.

No puedes decir “nada es inimaginable” porque todo lo que conoces es imaginable. Y lo que no conoces es inimaginable. Dime algo que sea inimaginable. Aunque seas capaz de imaginar algo que nadie antes ha imaginado, en el momento que lo imaginas eso deja de ser inimaginable para serlo, por eso no puede existir nada inimaginable. Puestos a imaginar cosas inimaginables podemos pensar en la nada. Sabemos qué es la nada. Pero la nada, como la falta de todo, no lo podemos imaginar. ¿O sí? ¿Puedes imaginar cómo sería un lugar, sin que haya aire, ni tiempo, ni siquiera espacio, es decir nada, absolutamente nada de lo conoces? ¿Puedes imaginar algo así? ¿Cómo sería, blanco o negro? Es realmente inimaginable. ¿Qué hay donde no hay nada? No lo sabes. Y no lo puedes saber.

Por desgracia sí hay algo inimaginable. Pero sólo una cosa. La nada en estado puro.

Esta parra me vino a la cabeza tratando de describirte. Buscando adjetivos. Y todos los que ponía eran pocos. Insignificantes. Hasta que llegó uno que decía muchísimo más: inimaginable.

Que una palabra que por su propio significado no puede existir es la única que te describe.

Lo dice todo y no dice nada. Eres la nada.

Y mientras tanto unas dudas razonables que simplemente son errores imperdonables, sobre lo que es aceptable, sobre lo que resulta agradable, me vienen a la cabeza de forma inmutable. Que eres para mí inalienable, irremplazable. Que lo admirable de ti es que eres incansable, que todo para ti es cuestionable. Que sabes que esto es censurable, porque somos insaciables e incansables, y seguimos aunque sepamos que lo que queremos es inalcanzable. Y es inaguantable aceptarlo, porque implica un sufrimiento considerable. Todo debe ser movimientos impecables, porque un error sería imperdonable. Y aunque el final es inevitable, me asaltan dudas razonables.

15/10/10

La república


La democracia pura y dura se idealiza en la república. Porque bajo este sistema político ningún ciudadano, soltero o casado, viudo o jubilado, se vería en la necesidad de admitir, lo quiera o no, que él también tiene una familia que mantener: la Familia Real.

El debate y el descontento hacia la monarquía surge bajo el hecho de tener unos principios democráticos, que estable la Constitución, en el que todos somos iguales ante la Ley, y en el que a pesar de ello, hay que mantener a una familia que es especial porque tiene un título nobiliario y valor diplomático. Surge, porque si todos somos iguales ante la Ley, no es comprensible cómo hay un Jefe de Estado que no es elegido democráticamente.

La monarquía no es el mayor problema que tiene este país, porque tiene muchos. Puede que ni siquiera sea un problema. No se puede negar la gran importancia que tuvo la figura del Rey durante la Transición, y no se puede negar que la historia de este país se ha escrito principalmente bajo monarquías. La figura del Rey tiene una gran “importancia” en cuestiones diplomáticas y decorativas. Pero es reemplazable. Su homologo sería el Presidente de la República, que tendría la misma función decorativa a diferencia de que éste sería escogido democráticamente y que no habría que mantener a su familia. Aun así existen repúblicas donde esa figura no existe si quiera, porque es bastante inútil y han reparado que así tienen un gasto menos.

Sin embargo a nosotros no nos queda más que estar agradecidos por vivir en un sistema democrático, en el que al menos se nos deja manifestar nuestra aversión hacia ese sistema, que tiene síntomas de ser un hipócrita.