20/8/09

Estereotipos


No vivimos en un mundo libre. No quiero decir con ello que estemos sometidos por alguien en particular, ya que ese alguien somos nosotros mismos, pero hay personas que controlan nuestra forma de pensar.

Los estereotipos son imágenes asimiladas por el individuo, simplificadas e incluso caricaturizadas de alguna realidad social. Generalizan a cerca de géneros, comportamientos y formas de vida, fijando ideas de lo que es “típico” para un determinado grupo de personas. Funcionan de la misma manera que los prejuicios. Se discrimina aquello que no es deseable.

Los principales estereotipos los crea la publicidad. Las grandes empresas, que nos martirizan con publicidad en todos los medios de comunicación, en la calle, en tu casa, y hasta en ti mismo, trabajan con expertos mercadólogos, psicólogos, sociólogos, antropólogos y algunos más para reflejar en cada anuncio aquello que anhelamos, deseamos o creemos necesitar.

La mujer ideal es concebida como ser siempre feliz, espontánea, inteligente, respetable, deseable, e influyente. No contradice lo que les dicen, es complaciente y servicial y físicamente es perfecta, delgada, atlética, esbelta, con facciones delgadas y delicadas.

Por muy independiente o inmutable que te creas, en algo siempre querrás parecerte a una mujer de esas y si no eres así tienes por tanto la necesidad de comprar algo o de hacer algo para serlo.

También están los estereotipos sociales.
Esto es, si tienes entre 16 y 21 años lo que tienes que hacer todos los sábados es salir e ir a un botellón. Si no lo haces no formarás parte del estereotipo de joven, y ya eres raro.

Con todo ello es difícil querer algo o que te guste algo sin tener que preguntarte si es apropiado para ti, o qué pensarán los demás, si vas a ser considerado inferior por tus gustos o tu apariencia. Pero lo peor es tener que cambiar algo que te guste de ti mismo para complacer a otras personas.

15/8/09

Infeliz

 “Personas inteligentes, y a la vez felices, es la cosa más rara que he visto” Ernest Hemingway.


Los índices de suicidio, de encarcelamiento y de problemas emocionales son mucho más altos entre las personas de gran inteligencia que entre los que se engloban dentro de la media. Muchos son social, laboral y emocionalmente un completo desastre.

En el libro ‘Inteligencia Emocional’ de Daniel Goleman se dan razones que explican por qué las personas inteligentes son infelices.

Él entiende a que es debido a que en el mundo occidental, donde el principal interés es la acumulación de riqueza, se promueve la imagen de héroes de película, de guerra y del deporte, pero no del desarrollo intelectual.
Dice que a los niños inteligentes se les excluye de los ámbitos sociales porque son “raros”. Su desarrollo emocional queda pues atrasado al no enfrentarse en su vida a situaciones y experiencias típicas del resto de personas, como el trato con amigos, las relaciones de pareja, discusiones, alegrías, etc. Como resultado hay un gran número de personas inteligentes, pero cuyo desarrollo social ha progresado mucho más despacio que el del resto de personas, y que por ende tienen serios problemas al intentar hacer frente a algunas situaciones estresantes de la vida.

Es decir, las personas inteligentes son unos marginados y excluidos socialmente, por lo que no llegan a ser feliz.

Finalmente también habla sobre otro de los problemas para alcanzar la felicidad que tienen las personas inteligentes es que suelen percibir y reflexionar con mayor intensidad sobre las tragedias y tristezas del mundo en el que viven. Son más conscientes de las desgracias que les rodean, de las injusticias, y de sus propias miserias y carencias.

También hay que tener en cuenta que hay distintos grados de inteligencia. Para algunos ser inteligente es tener la capacidad mental, y el saber usarla, para disfrutar con lo que sea que se te cruce en la vida.


Yo soy suficientemente inteligente como para ser infeliz, pero lo suficientemente tonta como para considerarme inteligente, del mismo modo, considero que ser feliz consiste valorar todo lo que tienes y disfrutarlo, pero también sé que las injusticias y las desgracias con las que vivo no me dejan hacerlo.

Por eso yo soy algo extraño, soy tristemente feliz.


12/8/09

Música


En la música, en las canciones, y en los sonidos se encuentra la inspiración.
Los sonidos dan forma al silencio. Van desde el oído al resto de sentidos, abriendo los ojos, recorriendo el cuerpo y deteniéndose en los pensamientos.

Las canciones hablan como si tu mejor amigo fuera siendo auténticos desconocidos. Son sinónimos de libertad, las puedes crear y las puedes buscar hasta encontrar la que te diga algo más.

La música nos une y nos consume en intentos de alcanzarla y nos arrastra hasta encontrarla para bailarla y cantarla.
La música es el eco de un mundo invisible de recuerdos y lágrimas y de desconocidas palabras que susurran pidiendo lagrimas.
Al mismo tiempo que es mi guía y mi alegría en tiempos de sequía.

5/8/09

¿Y?

¿Cuál es la peor pregunta que pueden hacerte? Pues tú estarás pensando en que depende de quién te la haga y sobre qué vaya. Una pregunta significa que tienes que dar una respuesta y eso engloba un sinfín de posibilidades.
Por eso la peor que pregunta que pueden hacerte nunca es “¿y?”. Porque claro, supone que tú le has estado explicando o contando algo a alguien y esperas una reacción, un comentario o una pregunta específica sobre el tema, no un ¿y? Porque qué haces, le cuentas todo otra vez o te callas pensando que lo que le has contado le ha aburrido o eres muy ingenuo por pensar que tenía más importancia que un simple ¿y? asique no te queda otra que callarte y mirar al suelo o reírte por lo bajini diciendo “nada nada”.