28/9/10

Mi firma es un mamarracho


Y es verdad. Una línea horizontal, una "ese" chunga, un vago intento de escribir “Prado” a trescientos por hora, y un gran espiral enrevesada. Ah, y dos puntos. Todo eso en apenas cuatro centímetros por dos. Es decir, un garabato horroroso.

Pero por muy espantosa que pueda parecer, la grafología me ha alegrado la existencia al decirme que soy, precisamente, lo que soy:

La ubicación en el papel indica que se manifiesta como una persona reservada y observante.
Según el tamaño de la firma, mediano, tiende a una extraversión moderada.
El predominio de formas curvas, revela gustos estéticos, amabilidad y buenos modos.
El ángulo ascendente indica una buena ambición y deseo de superación.
La velocidad rápida señala agilidad y dinamismo acentuados.
Según la presión de la escritura, posee un temperamento intenso, apasionado.
La rúbrica indica una búsqueda de autenticidad y originalidad, y una mente abstracta, llena de ideas y pensamientos.
Al ser prácticamente ilegible, indica una actitud de desconfianza y precaución en un primer contacto frente a los demás.
La utilización de las mayúsculas en la firma permite deducir que tiene una buena autovaloración y autoimagen.
El predominio del nombre, demuestra un 'Yo' íntimo muy fuerte, y una gran autoaceptación.

Y aunque no sé cómo han acabado sugestionándome para prestarme a tan subjetivo experimento, me ha parecido divertido.

Quien quiera saber qué conclusión obtienen unos psicólogos de tu garabato, que pinche aquí.

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