29/7/10

Soledad


Que maja ella. Siempre está conmigo. Menos cuando me miro en el espejo. Entones se va. Será que es muy fea y no le gusta su cara. Lo mismo por eso es tan maja, si no fuera tan fea seguramente se dejaría ver. También se va cuando viene alguien. Le tendrá miedo a la gente o algo así. Sólo me soporta mi. Y yo a ella, claro.

Pero me hace compañía cuando estoy sola. Siempre está ahí, a mi alrededor. Dando vueltas por la habitación, toqueteando mis cosas. Y haciendo preguntas estúpidas en plan “con el buen día que hace hoy, ¿porqué no salimos a tomar algo?” Y yo intentando no ser borde y herir sus sentimientos le digo simplemente “¿para que luego te vayas y me dejes sola?”. Entonces se calla. Se sienta a mi lado, muy cerca. Me mira fijamente atenta a todo lo que hago y no me deja concentrarme. La muy pesada. Me cansa, es maja, pero a veces me cansa. Le digo que pare de hacer eso. Pero es muy cabezota. Y nada. Sigue ahí impasible, metiéndome en la cabeza la idea de irme a otra parte. Donde deje de observarme. Y como me da miedo cabrearme con ella, por si se marchara y me dejara para siempre, simplemente me voy a otra parte. Donde haya alguien, para que no esté ella. Pero al final siempre la echo de menos y voy a buscarla. Es difícil encontrarla porque se oculta en los rincones más alejados y oscuros. Soledad siempre se aparta de todo. Y acaba apartándome a mí también. Con ella, sí, pero aparte.

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