16/7/10

Like a fish in the water



He descubierto que debajo del agua los pájaros no cantan, y el viento no se oye. Que no se siente el sol y se huelen las flores. Debajo del agua sólo hay humedad, dónde todo se ve borroso y se oye distorsionado. Bajo el agua hace frío. Se siente angustia y cansancio muy rápido. En medio de una gran masa de agua te sientes solo y perdido, lejano y olvidado.

Debe de ser una sensación muy parecida a la muerte natural. Aunque si alguien muere ahogado también debe sentir eso. Aun así dicen que el agua es sinónimo de vida. Allí dónde no hay no puede haberla. Porque dos átomos de hidrógeno y uno de oxigeno unidos mediante un enlace simple, nos une a la vida. Porque resulta que esos elementos, gases en estado natural, nos los podemos beber. Y circulan por nuestras venas y forman nuestras células. Crecen árboles cerca del agua y siempre gracias a ella. Y esos árboles atraen la lluvia, respiran y expiran oxígeno, oxígeno que nos da la vida.

Desviándome del tema os comentaba eso último. Pero os decía que he descubierto lo que pasa debajo del agua. Y eso me ha hecho darme cuenta de que no somos animales acuáticos. Un gran descubrimiento. El agua no está hecha para que vivamos en ella. Y nos lo dice de muchas maneras, arrugándonos la piel de los dedos y haciéndonos sentir todo lo de antes. Pero no todas las sensaciones son malas. Porque hay una realmente sobrecogedora y difícil de describir. Esa que se experimenta cuando sumerges la cara en agua fresca y limpia. La que estremece cuando te sientes flotar. Cuando buceas e imaginas cómo debe ser volar.

Si nosotros podemos disfrutar tanto con algo que no está hecho para nosotros, ¿cómo debe sentirse un pez en el agua? ¿Y un pájaro en el aire? ¿Y un árbol con sus raíces en la tierra, o un topo en su madriguera?

¿Cómo podemos contaminar aire, tierra y agua, si no son nuestra casa y no nos pertenecen?

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