Y menos teniendo en cuenta que muchas veces en esos temas nos equivocamos. Tal y como le dije a un amigo mio inmigrante, los prejuicios por el color de las personas no tienen sentido:
Le dice un amigo negro a su amigo blanco:
Yo cuando nací era negro, cuando crecí seguia siendo negro, cuando voy a la playa soy negro, cuando tengo pánico soy negro, cuando hace frio soy negro, cuando me pongo enfermo soy negro, y cuando me muera seguiré siendo negro.
Pero tú, amigo mío, cuando naciste eras rosado, cuando creciste te volviste blanco, cuando vas a la playa te pones rojo, cuando hace frío te pones azul, cuando estas enfermo verde, cuando tienes pánico amarillo, y cuando te mueras te pondrás gris. ¿¡Y todavía tienes el valor de decirme que yo soy de color?!
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